sábado, 26 de diciembre de 2009

A la deriva

En el mar de dolorosos recuerdos
que la tormenta de mis lágrimas tiñó
del triste color del amor no correspondido,
hoy he vuelto a perderme, a la deriva
tras los azotes de la tempestad,
en esa aparente calma muero de sed,
rodeado de agua.
Yo el Odiseo perdido, y tu dulce voz,
que con medidas palabras despertó mi sentir,
el canto de sirena que enloquece mi ser.
La luz de tus ojos, el faro de mi Ítaca,
lucero perdido por negros nubarrones;
y la brisa de tu perfume, hoy huracán,
me hizo perder el rumbo, y la esperanza
quebrada quedó.
Hoy he vuelto a perderme,
en el mar de dolorosos recuerdos
que la tormenta de mis lágrimas tiñó...

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