miércoles, 20 de enero de 2010

La luz eterna

El pincel de la tarde triste


Entre el oscuro silencio del camino
una luz brilla, a lo lejos.
Una luz brilla y refulge y se inflama
y la melodía de su bruñida espesura
parece contagiar todas las cosas.

Camino extático pos la luz misteriosa,
camino, embriagado y lleno de ella,
y armado de esperanza y librado de presente
me lanzo a la caza de la nueva alborada.

El sol despunta en el firmamento.
Todo lo inunda, todo lo tiñe.
Mas, ¡ay! que el ocaso es temprano,
y los amaneceres, prestados.

La fría noche regresa a llenarme de vacío.
Y entonces, entre el oscuro silencio del camino,
una luz palpita, en lontananza.

Es la luz eterna del eterno viajero.
Es la luz eterna de los que no tienen nada,
y viven de sueños.

1 comentario:

  1. Hay muy buenos poemas eh, éste especialmente me pareció precioso. Enhorabuena.

    Un saludo. Paz

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