martes, 16 de marzo de 2010

Enferma sociedad

Hoy piedra, papel y mechero,

tabaco y un cenicero,

sillón de cuero,

pensamiento ligero,

real, sincero...

Hoy, eludir el cancerbero

que me niega lo que quiero,

de la vida el lucero,

y no, no es dinero,

y si, soy sociópata, caballero,

de esta sociedad donde manda el embustero,

en la que se ha olvidado lo primero,

la felicidad, algo tan mero...

martes, 9 de marzo de 2010

Palabras en la nada

La noche cae, inmensa y lejana.
La nada, entre el oscuro, vocifera esencias de eternidad,
y las breves sombras acicalan la soledad de los vacíos.

El silencio se inspira, puro,
como los cristales del océano,
embalsamado con el sutil néctar del rocío.

Simple y claro como una estrella,
como una cuajada temblorosa de la lluvia de marzo,
seduce a la sibilina soledad
de la noche infinita.

Las palabras mudas pasan, taciturnas,
por la noche y por mi alma.

La luna se inflama y el viento, a su paso, murmura.

martes, 2 de marzo de 2010

El cuerpo, prisión del alma

Mi cerebro el carcelero
que en lo hondo de mi pecho
tiene al corazón prisionero,
no deja escapar ni un sentir,
la razón es lo primero.
Por no haber sentido nunca
hoy no se ni lo que quiero,
que a veces se fuga algún
sentimiento pendenciero
por el mar “Realidad” perdido,
digno de un relato de Homero.

domingo, 24 de enero de 2010

A la figura del poeta

Un caballero y su lanza,
detractor de la añoranza
en busca de la esperanza,
voz del pueblo y el proscrito,
humilde homenaje al mito,
poeta, su arma el grafito.

miércoles, 20 de enero de 2010

La luz eterna

El pincel de la tarde triste


Entre el oscuro silencio del camino
una luz brilla, a lo lejos.
Una luz brilla y refulge y se inflama
y la melodía de su bruñida espesura
parece contagiar todas las cosas.

Camino extático pos la luz misteriosa,
camino, embriagado y lleno de ella,
y armado de esperanza y librado de presente
me lanzo a la caza de la nueva alborada.

El sol despunta en el firmamento.
Todo lo inunda, todo lo tiñe.
Mas, ¡ay! que el ocaso es temprano,
y los amaneceres, prestados.

La fría noche regresa a llenarme de vacío.
Y entonces, entre el oscuro silencio del camino,
una luz palpita, en lontananza.

Es la luz eterna del eterno viajero.
Es la luz eterna de los que no tienen nada,
y viven de sueños.

Presente enajenado



El fulgor nacarado de la aurora
engalana el nuevo día; se respira
presente, se deshace el ayer que expira,
el rocío tiembla y huele a aquí y a ahora.

Mis pupilas alzan la vista al frente
y resiguen decididas el sendero
cuyo auspicioso destino certero
es el aliento del sol en Oriente.

Camino y camino, y al caminar
del pasado abyecto a sospechar atino
que son mis sueños la báquica fe
que enajena mi ánimo al pasar.
Llore ahora entre el polvo del camino,
que hoy estoy vivo. Mañana... ¡no lo sé!

sábado, 26 de diciembre de 2009

Tierra madre

Está llorando, mamá sufre;

la maltratan y ella llora,

mucha pólvora, olor a azufre.


Y la situación no mejora

pan para hoy y mañana hambre

es lo que le dan sin demora.


Al lavar su conciencia el hombre,

donativo y me descuido,

no es su problema el mundo pobre.


Muchas acciones sin sentido

y teorías sin práctica,

la tierra madre en el olvido:


ÁFRICA.